Hoy es un día especial

Tengo este bloguito abandonado. Lo abrí para hablar con los amigos a primera hora de la mañana, para empezar el día con el calorcillo del diálogo porque siempre hay alguien que comenta lo que escribo, y yo comento lo que escriben y la conversación me ameniza el desayuno; unos desayunos casi siempre convulsos porque, mientras tanto, escucho la radio y me cae encima la avalancha de noticias, de opiniones. El problema es que noticias y comentarios me excitan el cerebro y tomo notas y se me ocurren ideas para artículos y no encuentro tiempo para el bloguito.

Pero hoy es un día especial. Hoy me concedo el lujo de hacerme un hueco para hablar de mi persona.

En primer lugar, el sol me lucirá más brillante y el día tendrá el aroma de misterio que para mi tiene lo griego. Hoy viene a España Varoufakis. ¿Qué pasa? ¿Que no se puede fantasear a los 66 años? Pues sí se puede, faltaría más.

Claro que la vida se empeña en no dejar a los pies levantarse del suelo. Resulta que estaba desayunando alegremente (me chifla el desayuno), cuando empiezo a oír unos ruidos extraños fuera de la casa. Filomeno también estaba oyendo algo porque estiraba el cuello, movía las orejas y la cabeza, pero no ladraba. Estaban tan interesantes las noticias y los comentarios sobre las elecciones inglesas que me quise hacer creer que los ruidos venían del pueblo. Hasta que sentí unos golpes en la puerta que sale de la cocina al jardín. No eran los golpes de alguien llamando a la puerta,era otra cosa. Decidí salir por la puerta principal. Estaba a punto de bajar un escalón para asomarme al pasillo lateral del jardín cuando me hizo echarme atrás la cabezota de una vaca. Si, amigos, tengo todo el pasillo y la parte de atrás de la casa llena de vacas que se habrán escapado de un campo vecino. Ya las vendrán a buscar.

Tengo la sensación de que hoy va a ser un día de sonrisas. Que así sea para todos.

Un abrazote